Ernesto Rosa aceptó a nuestro Señor Jesús a la tierna edad de 12 años y tiene más de 40 años de ministerio. Como nuevo presidente de la Iglesia ACyM de la República Dominicana, espera seguir la dirección de Dios para ayudar a los miembros de la iglesia a crecer espiritualmente.

El reverendo Rosa nació en San José, Salcedo, República Dominicana, en febrero de 1957. Creció en Tablón de Villa Tapia, donde sus abuelos le enseñaron sobre Jesús y el Evangelio. Se casó con Herminia De La Rosa en 1981, con quien tuvo dos hijos: Eleazar Rosa, de 37 años, y Ernesto Ariel Rosa, de 32 años. Cuando tenía 12 años, aceptó a Jesús como su Señor y Salvador y desde entonces dedicó su vida a aprender más y más sobre la Palabra de Dios a través de estudios y seminarios teológicos, como los Estudios Teológicos por Extensión (ETE) y el Instituto Bíblico Alianza (IBA).

Ernesto Rosa comenzó a pastorear en 1979 a la edad de 22 años en la ciudad de Puerto Plata, cuando fue enviado por el presidente de la Alianza en ese momento, el Pastor Rolando Pichardo. Él ha estado pastoreando por 41 años. Actualmente está pastoreando en Santo Domingo Este en la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera Casa de Adoración.

Por la gracia de Dios, el reverendo Rosa fue elegido a dirigir la iglesia nacional de la República Dominicana. Su mandato comenzó en mayo de 2020 y durará cuatro años. Durante este tiempo, con la ayuda del Señor, él quiere trabajar en el crecimiento espiritual de cada uno de los hermanos y hermanas de la iglesia. También tiene la intención de duplicar el número de miembros a través de la evangelización, y espera terminar la construcción del campamento para llevar a cabo las actividades de la Iglesia Nacional, para dar apoyo a sus pastores.

Ernesto Rosa nos pide que oremos para que el Señor le dé sabiduría, discernimiento de espíritu y visión para dirigir la Iglesia Nacional. También nos pide que nos unamos a él en oración para que el Señor levante obreros que estén dispuestos a responder a Su llamado para enviar misioneros a otras naciones y plantar iglesias de la Alianza en provincias donde no hay iglesias. Oremos también por la familia del reverendo Rosa.

Por: Ernesto Rosa y Elizabeth Brandão